Actualmente existen varios tipos de aplicaciones en función del interés del “fashionista”: Si lo que queremos es comprar o conocer lo más nuevo de nuestras marcas favoritas podemos acudir a las apps de Zara, Asos, TopShop, Mango... Es decir: a las aplicaciones de las grandes marcas de moda. Y no solamente de moda, Sephora, conocidísima firma de cosméticos, también ha sacado su propia app.
Si en cambio, y como cada vez viene siendo más habitual, lo que buscamos es asesoramiento, inspiración, descubrir tendencias etc. entonces apps como Pinterest, Pose o Instagram son las más adecuadas.
Con el desarrollo de todas estas aplicaciones no solo se comparte información, también imágenes (prima el poder visual), tendencias y consejos. ¿Buscas un look específico para una fiesta? En Pinterest, por ejemplo, podrás realizar las búsquedas por temas y crear tablones en función de los gustos o preferencias.
Pero no basta con que las marcas creen sus perfiles en redes sociales o diseñen aplicaciones. Es necesario rentabilizar la comunicación 2.0 (comunicación bidireccional con el usuario, el cual cada vez tiene más protagonismo). El objetivo de todo esto es poder llegar a conocer al cliente potencial.
Pero no basta con que las marcas creen sus perfiles en redes sociales o diseñen aplicaciones. Es necesario rentabilizar la comunicación 2.0 (comunicación bidireccional con el usuario, el cual cada vez tiene más protagonismo). El objetivo de todo esto es poder llegar a conocer al cliente potencial.
Actualmente en el ámbito de las marcas (no solamente de moda) y de la tecnología, es inadmisible que éstas no integren en sus páginas web los enlaces a sus redes sociales. Es lo que se conoce como comunicación 2.0. ¿Con qué fin? Con el objetivo de que los visitantes de sus páginas puedan acceder al momento a sus redes sociales (RRSS), a su información, puedan interactuar y pasar a formar parte de su comunidad. Hoy son los usuarios los que hacen a las marcas.
No se trata solamente de tener una web actualizada, sino de estar en contacto con el consumidor 24 horas, interactuar con él y generar conversación, lo que llamamos “feedback”.
Con todo esto queda claro que la moda, hoy más que nunca, es un fenómeno social.
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